Y YO, EN CHANCLAS…

Y hacía fresco y yo, en chanclas.

Atravesando el Alto Atlas por “detrás” Y yo, en chanclas.
Y el pico nevado y yo, en chanclas.
Y empezó a caer agua-nieve y yo, en chanclas.

– Es que vives en el desierto o qué??
– Mmmm, pues si. Y salí de mi casa con 28 grados… en chanclas y se giró el clima.
– Normal, estamos en noviembre atravesando el Sarghro que esperabas, Raquelita?
– Bueno vale, me traje las zapatillas en la mochila por si acaso. No estoy tan loca, o si? Guardaré las chanclas hasta marzo, porque ya ni en el desierto hace verano.
– Sabes que en el desierto también llueve y hace un frío del carajo? Hasta ha llegado a nevar a 60 km alguna vez.
– Ah si? Ni qué vivieras en el desierto con climas extremos!
– Ya…bueno…y yo en chanclas hasta hace 3 días.

Pero con la estufa de gas y el edredón en mi mini casita de adobe del desierto, está todo solucionado y yo…sin chanclas.
Relato corto de un día de verano en un otoño avanzado.

 

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