Y DE NUEVO LLUVIA EN MARRUECOS…!!

Febrero 2016, rebuscando tintas pasadas… blog

(…)-“Si no lo veo, no lo creo..!!!”. Escuché ayer a unos turistas…
Pues créetelo porque es cierto… en el desierto también llueve, poco pero llueve y hay veces que lo hace con fuerza.
Tanto es así, que la tierra no consigue tragar toda esa cantidad de agua y se hacen pequeñas y no tan pequeñas charcas o piscinas naturales.(…)

Agosto 2018, retomando letras presentes…

No es la segunda vez, ni la tercera, ni la cuarta que escribo sobre la lluvia en el desierto. Es algo que incluso a mí, siendo residente en tal paraíso, me sigue pareciendo a-lu-ci-nan-te.
De hecho, la primera vez que pisé el desierto como una turista más junto a mi hermana, nos llovió. Qué digo nos llovió??? Nos diluvió!!! Y aunque me fastidió un poco, luego pensé que era una afortunada y al Universo le agradecí por poder sentir las gotas en plenas dunas, que no toda la gente tendría esta oportunidad.

Y bueno alucinante sí, pero algo guarrete también porque mi pueblo Hassilabied, al no estar asfaltado, vayas por donde vayas, acabas de barro hasta los orejas.
Halaaaaa!! Dónde vas con esa exageración, Raquelita??¿¿???? Bueno vale, me he pasado.

El caso es que estos días, desde hace un par de semanas, está lloviendo en Marruecos en muchos puntos y otra vez lo hace rugiendo y por momentos de mala manera. En el desierto ha habido agua, rayos, truenos y centellas!!!
El Lago Yasmina, en la cabeza de las dunas, otra vez luce agüita. No tanto como cuatro años atrás, más bien poca, pero suficiente para arrancar una sonrisa a todo aquel, sea turista o local, que se deje caer por ahí.
Las dunas también lucen diferentes con unos juegos cromáticos que van desde el naranja, amarillo, dorado y maravilloso…existe el color maravilloso? En las dunas si y si no, lo creamos. Las dunas se sienten compactas al tocarlas con los pies descalzos y marcadas por las gotas de agua al caer en ellas. Al tacto, que normalmente se siente casi tan fino como la ceniza, pasa a notarse igual pero mojado, que obviedad!!!
Y no tanto, que seguramente mucha gente está pensando en arena de playa…y no, nada que ver con la playa, es arena de duna-dunera de color maravilloso húmedo. Acabo de crear otro color!!

Y como de costumbre haré una reflexión al respecto de la lluvia y los nómadas bereberes que viven al otro lado de las dunas. Estos días respirarán tranquilos y no porque el ambiente con la lluvia se haya limpiado, porque polución en estos lares “walo”, o lo que es lo mismo nada.
Respirarán tranquilos porque tienen agua para los siguientes días sin tener que andar largos km hasta llegar a los pozos cargados con garrafas, porque algunos de sus hijos junto a sus cabritas y ovejas tampoco tendrán que andar largos km para encontrar hierbas que comer…y más y más sin tener que andar kilómetros y muy largos.
También puede ser que sus khaimas se llenen de agua, eso también. Pero siendo como son de pensamiento tan diferente al nuestro, este será el menor de sus problemas.

Y es que es cierto, yo también pensé lo mismo en ese primer viaje…”si no lo veo, no lo creo!!”

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