Por fin llegaron las tan ansiadas vacaciones de «El verano del 94» como si el titulo de una canción de Amaral se tratase.
Ya estaba en Marruecos. No recuerdo a qué ciudad llegué primero, pero si en cuál terminé mi viaje: en Casablanca.
La última noche antes de regresar a España, estuvimos tomando algo en el “Café de Rick´s”, el mítico piano-bar de la película “Casablanca”, con su ya famosa frase…«Tócala de nuevo Sam…» con unos guapos y jóvenes Humphrey Bogart e Ingrid Bergman que nos enamoraron tras una pantalla en blanco y negro.
También me acuerdo del guía que nos acompañó todo el viaje, se llamaba Fouad. Me daba mucha atención y no me dejaba sola en ningún momento. Le debió hacer gracia que viajara sola tan joven, digo yo…!!
–“Ven aquí conmigo Raquel, que te van a cambiar por dromedarios y a ver qué le decimos luego a tu madre, nuestra colega…!!” (colega por aquello de haber sido también años atrás, guía turística en Marruecos.)
Era el típico hombre marroquí de rasgos morenos, con piel tostada de aire caliente, ojos expresivos, con mirada seductora y pestañas intensas…. En su momento no le di importancia, pero a día de hoy pudeo decir que era un hombre guapo, de hecho muy guapo.
En los 7 días que estuve visitando Marruecos, hice un recorrido magnífico por lo que llaman “Las Ciudades Imperiales: Fez, Rabat, Casablanca y Meknes”
Y cómo no, Marrakech…!! Esta ciudad era parada obligada de algunas anécdotas vividas a través de los ojos de mi madre… Hoy en día tengo mis propias vivencias, visiones y experiencias de Marrakech y de gran parte de Marruecos.
No tengo muchos recuerdos de aquel primer viaje a Marruecos, ya que son muy lejanos en el tiempo. Desde esta mi primera visita, ha llovido mucho desde entonces pero hay pequeños momentos que tengo grabados casi, como si fueran de ayer tarde…