"(...) Cada vez tengo más claro, porqué me gusta Marruecos.
Es muy sencillo, te sientes bien, simplemente te sientes muy bien…"
Sobre mi
Soy Raquel, medio española – medio portuguesa, y he crecido escuchando a mi madre hablar de Marruecos. Siendo muy joven, viajé sola a este fantástico país…
Era abril y apenas tenía 19 años. Planeaba un viaje sin saber muy bien a dónde y pensaba en varios destinos sin llegar a decidirme. Fue precisamente mi madre la que me dijo que viajara a Marruecos… qué gran acierto!!
Esa fue la primera que vez pisé este país y su famosa “Perla Roja del Sur”, la ciudad de Marrakech.
No tengo muchos recuerdos de aquel primer viaje a Marruecos, ya lejano en el tiempo… Desde esta mi primera visita ha llovido mucho desde entonces. Pero sigue habiendo momentos, pequeños momentos, que tengo grabados casi como si fueran de ayer tarde.
Conocí el Desierto de Merzouga hace unos años, en un viaje que realicé junto a mi hermana, y desde entonces no he dejado de viajar al pasado desde éste mi presente.
Y lo hice, decidí que quería vivir en el Desierto de Merzouga!! Y desde entonces aquí estoy, a “dromedario” entre España y Marruecos.
Cambié mi acomodada vida de ciudad en la isla de Ibiza, coche y secadora de ropa, por una vida sencilla de pueblo en Hassilabied en el desierto, con sus calles sin asfaltar a pie de duna, bici y unas pinzas de plástico.
Estando en Marruecos me di cuenta que no me hacían falta ni la mitad de las cosas que tenía en mi casa, en mi vida, en nuestras vidas acomodadas de primer mundo, que allí somos “pobres” de reloj y aquí son “ricos” de tiempo…
Que nos “pre-ocupamos” de todo y que solo es eso, ocuparse previamente de algo que no tiene mucho sentido en ese momento, perdiendo energía innecesaria.
Y es entonces cuando entendí que en Marruecos no te hace falta nada más, y sólo con poder disfrutar del momento es suficiente.
Extrañas a los amigos de allí y te gustaría traerlos aquí, para seguir hoy con la conversación de ayer, como si no hubiera pasado ni un minuto, ni un día …
Extrañas a la familia aquí y te gustaría traerlos de allí, para seguir hoy con el contacto de ayer, como si no hubiera pasado ni un segundo, ni una hora…
Pero como si fueras familia y amiga de toda la vida, te acogen y te hacen sentir en casa… Así lo siento, así lo vivo y así lo muestro a quién quiera venir, como ellos me muestran su día a día, lejos de nada y cerca del todo …
Cada vez tengo más claro porqué me gusta Marruecos. Es muy sencillo en en realidad: Te sientes bien, simplemente te sientes muy bien.
Sin más, sin menos, sin duda…