Reflexiones para una nochevieja cualquiera.
No, no habrá luna tan solo un manto cubierto de estrellas.
Es posible que sea una de esas noches mágicas, especiales, auténticas y maravillosas de cuento de hadas, de príncipes y princesas de ese palacio de nómadas que es el desierto y sus dunas…
Entre tambores, cantos y risas si miras hacia arriba, puedes ver claramente la Vía Láctea como si de una carretera en el cielo se tratara y los semáforos fueran las estrellas.
Pero la diferencia es que aquí no hay semáforos verde, ámbar, o rojo. Solo blanco iluminado de miles de estrellas de diferentes tamaños que te indican marcha atrás para que puedas volver en el tiempo y vivirlo muchas veces, tantas como quieras…
Esta noche de fin de año, seguro que se podrán ver estrellas que salen corriendo, que se escapan velozmente siendo imposible alcanzarlas. Tanto tanto, que apenas te dará tiempo a pedir un deseo…
Pídelos ya, siéntelos ya y empieza a vivirlos desde ya. Por qué esperar a mañana?